lunes, 26 de febrero de 2007

¡Mierdolo va!

Bueno, después de un mes sin actualizar (por pereza, falta de tiempo y ganas y demás razones que no especificaré), vuelvo con un artículo que no deberían leer personas sensibles si falta poco tiempo para comer, especialmente si es algo relacionado con purés marrones o caldos espesos con pequeños tropezones.
Desde hace Bastante Tiempo, llevamos discutiendo sobre lo siguiente:

Imaginemos que nos vamos de vacaciones a... Nueva Zelanda. El trayecto es francamente largo. Nos ponen una bebida con burbujas, un paquetito de frutos secos, que se unen a las lentejas que hemos comido el día anterior. A eso de la tercera hora de vuelo, notamos como se revuelve nuestro estómago, como si quisiera independizarse y fundar un nuevo estado desligado fuera de nuestro cuerpo. Aguantamos una media hora cambiando de postura para intentar calmar la rebelión. Pero es imposible. Nos levantamos y vamos al baño entre tambaleos y dolores. Sabemos que la concentración es importante para aguantar y dejar de hacer presión en el culo en el momento exacto, y no antes de levantar la tapa, por lo que somos ajenos a todo lo que sucede a nuestro alrededor, incluso a la cola de siete personas que hay esperando para entrar antes que nosotros. Al fin, el momento. Evacuamos nuestro material altamente radiactivo, respiramos un par de veces y saltamos, felices de comprobar que ahora pesamos bastante menos. "¡Vaya cagada! Joder, me he dejado la cámara en el asiento..." pensamos. Y ahora, es momento de despedirnos de nuestro nuevo y breve amigo, y tiramos de la cadena.
¿A dónde va ese gran compañero al que hemos engendrado en nuestras entrañas durante tanto tiempo?
Había varias posibles respuestas, pero hay tres que son las principales:
- Es absurdamente obvio, cae en picado. Con suerte acertaremos en algún desgrac...
- ¿Es que no oyes el estruendo de succión que se oye?, la mierda cae al aire y se desintegra por el camino evitando daños mor(t)ales.
- Por Dios, qué pregunta, hay un depósito que se vacía al aterrizar.

Y la respuesta, esperada por todos, ¡ES!


En los aviones hay al menos dos baños uno, en la parte delantera y otro más en la parte trasera. El funcionamiento de la poceta es sencillo,en su parte inferior-interior hay un contenedor donde los desechos orgánicos se recolectan, este contenedor tiene un sistema de ductos. Cuando el avión está en tierra un camión se conecta a este ducto mediante un registro que se encuentra en el lado derecho delantero del avión, este para el baño delantero y otro registro en el mismo lado pero en la parte trasera del avión para el baño de atrás, para evitar que los desechos tapen dichos ductos cada poceta del baño contienen lo que le llamamos una licuadora, que valga la expresión licua los desechos, también cada vez que se recarga la poceta de agua limpia se le agrega un producto químico, que en el medio le llamamos líquido azul, este químico desintegra los desechos orgánicos para que la licuadora haga su trabajo con más eficiencia.
Bueno, espero haber conseguido hacer que muchos durmáis por fin, porque esto hacía que pasara noches en vela xDD.


¡Un saludo a todos!