lunes, 23 de marzo de 2009

Las ondas, los teléfonos, y el cáncer.

Hola a todos:
Vamos hoy con una entrada que trata un tema algo más serio.
No me ha sido fácil poner en el título una palabra como esa, pero los eufemismo
s existentes no dejan de ser fuertes y temidos.
No hace mucho retiraron de lo alto de mi edificio una antena d
e telefonía tras muchas quejas por parte de los vecinos de edificios cercanos. Según algunos informes y estudios (que no sé si existirán de verdad o serán simples conjeturas), alrededor de esa antena habían crecido los casos de cáncer entre los vecinos.
El objetivo de esta entrada no es para nada tratar de disuadir de las pobres personas que han sufrido esto de que las antenas de telefonía no lo producen, sino tratar de dar una explicación de por qué no se puede afirmar que sean esas antenas las que han producido la desgracia. Lo primero, mi más profundo sentimiento y pesar por esa enfermedad que afecta a tantas personas,
y que todavía no dispone de una cura definitiva.
Pasemos ahora al aspecto teórico y físico por el cual podemos razonar si realmente esas antenas pueden producir cáncer. Bien es sabido que las ondas electromagnéticas tienen una longitud de
onda y una frecuencia. Lo primero es la distancia que separa dos crestas de la onda (o puntos más altos/bajos), y lo segundo, es el número de veces que la onda tarda en volver al mismo estado en un intervalo de tiempo. Esta imagen muestra un esquema que trata de representar el comportamiento de las ondas electromagnéticas.
Ahora bien, hay muchos "tipos" de ondas electromágneticas (o.e.). Más exactamente, hay un "tipo" de onda para cada frecuencia (o longitud de onda). ¿Por qué? Las o.e. se propagan siempre a la velocidad de la luz en el vacío, esto es, a 300.000 km/s. Y esta velocidad no variará aunque lo haga la frecuencia o la longitud de onda, relacionadas según la ecuación:

v=λ·f
Por lo tanto, si cambia la frecuencia, también lo hará la longitud de onda, pero no la velocidad. Todo el mundo ha oído hablar de los rayos X, de los rayos Gamma, de la luz ultravioleta, los infrarrojos... todo esto son o.e., que tienen una frecuencia y longitud de onda determinadas. La siguiente imagen muestra el espectro electromagnético:


Pasemos ahora a otro concepto interesante, la energía. Según Planck, la energía de una onda responde a la ecuación:
E=h·f
Donde h es la constante de Planck, cuyo valor numérico no nos interesa. La f es la frecuencia y obviamente, la E corresponde a la energía. Esta ecuación es la respuesta a por qué los rayos X o los Gamma son peligrosos, y por qué los rayos ultravioletas pueden provocar cáncer de piel. Como muestra la imagen anterior, la frecuencia de esas ondas es más alta, por lo que son ondas con más energía, y además ionizantes.
¿Qué es una onda ionizante?
Básicamente, significa que tienen suficiente energía para arrancar electrones de algunos átomos que encuentran a su paso. Esto, como podéis imaginaros, puede ser catastrófico para el cuerpo humano si no se tienen precauciones.

Sin embargo, fijémonos ahora en las ondas de telefonía. En realidad, comprenden un rango más amplio, y su frecuencia puede estar incluso en el intervalo de las ondas de radio y, si queréis, cercanas a las microondas, pero la idea está clara.:
La energía que transportan es
extremadamente baja, nada que pueda alterar cualquier comportamiento de los átomos y células del cuerpo humano.
Si estas ondas pudieran provocar cáncer, también lo haría el tener ojos, ya que la luz visible (el poder ver un objeto cualquiera, el ver que tu nueva camiseta es de color azul molón, o el ver un atardecer en la playa) tiene mucha más energía que estas ondas.


Sin embargo, los que siguen en sus trece, impondrán otro argumento, y es el mismo del funcionamiento de los hornos microondas. Eso, sin embargo, será en la próxima entrada.
¡Un saludo a todos!

4 comentarios:

Dabad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dabad dijo...

Mario como he leído este articulo y me ha recordado lo que estudie hace ya tiempo, quiero aportar mi granito de arena en tu blog sobre este tema.
La frecuencia de las ondas de telefonía móvil es baja, esto quiere decir que no tiene efectos ionizantes sobre la materia como por ejemplo podrían tener los rayos X o las ondas ionizantes, de frecuencia mucho mayor. Las ondas de telefonía móvil se sitúan en cuanto a su frecuencia entre las de radio y las de microondas, por tanto sus efectos son similares, pero estas otras no "gozan de mala fama". Tal vez esta mala fama se deba a la casualidad, porque no hay estudios que demuestren que estas antenas son factores de riesgo para diversos tipos de cáncer, ¿ojo! tampoco hay estudios que lo nieguen. Lo que esta claro es que en situaciones como la que tu has mencionado de tu edificio los casos de esta enfermedad parecen multiplicarse, como he dicho antes tal vez por casualidad o tal vez porque la instalación de antenas a llevado a la población cercana a preocuparse mas por su salud en este sentido y con ello se han acentuado los casos de cáncer, porque no todos los canceres son visibles en toda su extension en el tiempo, me explico por ejemplo, tu puedes tener un cancer durante cinco años y no darte cuenta, sin embargo al instalarte la antena vas te haces un chequeo y te diagnostican un cáncer, lo mas seguro que tu relaciones con la antena pero es bastante anterior. Más alla de esta polémica, tal vez propiciada por la ignorancia acerca de este tema de la mayoría de las personas, a las que todo esto de frecuencia, longitud de ondas les queda bastante lejos, una cosa esta clara las antenas no son inocuas para la salud, la preocupación y el temor que generan en las personas que tienen que lidiar en su vida cotidiana con una de estas antenas, pueden producir múltiples problemas de salud, como estrés o dificultades a la hora de conciliar el sueño, problemas que deterioran la salud y bienestar de estas personas. Por ello tampoco es aconsejable el colocar una antena en un núcleo de población, pero se hace inevitable en la actualidad, por tanto serán necesarios nuevos estudios más concluyentes sobre este tema que viertan algo de luz y que a la hora de colocar una antena en un edificio se trata de exponer lo mínimo posible a la población cercana. Otra cosa que quiero decir es que el llevar un móvil en el bolsillo tiene efectos mayores sobre la salud que la cercanía de una antena, ya que la intensidad de las ondas a la que se somete la zona cercana es mucho mayor, debido a la poca distancia que hay entre el foco de ondas y el objeto, en este caso el individuo, esto se debe a una ley cuyo nombre no recuerdo pero que afirma que la intensidad es inversamente proporcional a la distancia.
Bueno espero que mis clases de bases físicas hayan aportado algo de luz en cuanto a este tema. Y Mario que te vaya bien este blog.
Saludos

Alex dijo...

Hola Mario, he dado con tu blog, he leido este artículo y el comentario anterior, y me ha quedado bastante claro, pero quería preguntar una última cosa.

¿Qué pasaría si en vez de una antena, hubiese tres? Algo que como sabemos, se puede dar, ya que actualmente tenemos en España tres compañías de telefonía con redes propias. De hecho lo digo porque en mi edificio se está dando.

Mis conocimientos de física dan para entender tu artículo y poco más, así que tampoco sé muy bien como interpretar el posible efecto que supondría la existencia de varias antenas emitiendo ondas electromagnéticas.

Mario J. Avellaneda dijo...

Hola Alex:

En primer lugar, creo que todavía no hay estudios fiables sobre el tema, y lo único que he intentado es dar un punto de vista algo más "físico" sobre el tema.
En realidad las condiciones para que tres antenas sean más perjudiciales (reitero que nadie sabe si una sola es perjudicial) son múltiples. Por ejemplo, es evidente que a mayor número de ondas, mayor radiación, pero existe un fenómeno ondulatorio llamado interferencia: las ondas se modifican al entrar en contacto entre sí (dicho a lo bruto).
Por tanto, es posible encontrar un punto en que la onda no tiene ninguna amplitud (interferencia destructiva) y otro en el la amplitud es la suma de las tres (si se cumplen una serie de condiciones, y se llama interferencia constructiva).
Además hay un factor determinante en todo este tema, y es el efecto causado por la llamada Jaula de Faraday. Aunque este efecto es menor en los edificios circundantes, lo cierto es que no desaparece. Este fenómeno es causado (en este caso) por el forjado de los edificios (el esqueleto metálico) que absorbe gran parte de la radiación (sobre todo las de bajas frecuencias, como las de radio).
Por tanto, si las tres antenas están en tu edificio, puedes estar tranquilo, ya que es a ti a quien menos afectaría.
Espero haber aclarado el tema un poco más.
Un saludo.